Lámpara de sal del Himalaya con imagen del maestro Buda.
Su característica por excelencia es la transmisión de iones negativos capaces de aportar equilibrio al entorno al adherirse a los iones positivos emitidos por los aparatos electrónicos y perjudiciales para la salud de las personas.
Lo mejor de todo es que son capaces de ejercer su función tanto por el día como por la noche.
El proceso que sigue en el siguiente: al encender la lámpara de sal del Himalaya, esta absorbe todo el agua y las partículas que se encuentran en el ambiente, por lo que atrae también iones positivos que se encuentran en el aire y quedan atrapados en la sal. Cuando la lámpara se calienta, libera vapor de agua limpio y expulsa iones negativos que invaden la habitación dotándola de aire puro y fresco.
Es cierto que no existen demostraciones que cuenten con un respaldo científico acerca de la relación entre la mejora de la salud de las personas y las lámparas de sal del Himalaya. Pero tampoco evidencias de que no estén relacionados.
Lo que sí está comprobado es que colocar una lámpara de sal del Himalaya propicia un ambiente cálido, con una luz tenue y suave que puede reducir los niveles de estrés, mejorar tu estado anímico y hacerte conectar con tu interior.
La mejor manera de descubrir si las lámparas de sal del Himalaya pueden mejorar tu bienestar, es comprobarlo por ti mismo.